Calvo de Araujo - Autoretrato 1947
En Kanatari - Semanario de Actualidades - Año XXVII - 17 Julio del 2011 - Nº 1400 Iquitos
Fragmentos - De toda la creación artística amazónica de inicios de la segunda década del siglo XXI sin duda el arte pictórico es uno de los que ha alcanzado el más alto nivel estético...
Pero hay en la breve historia del arte pictórico amazónico no indígena dos figuras emblemáticas que representan dos tendencias o estilos y dos momentos fundacionales en la pintura amazónica del siglo XX: César Calvo de Araujo (Yurimaguas 1914 - 1970) y Yando (Hildebrando Ríos Valderrama, Pucallpa 1940).
CALVO DE ARAUJO, EL PINTOR DE LA SELVA
Paisaje de Calvo de Araujo
César Calvo de Araujo, hijo de Rafael Calvo Sotomayor y de María José Araujo, nació de acuerdo a la mayoría de sus biógrafos, en Yurimaguas, el año de su nacimiento fue 1910 ó 1914.
Murió el 21 de octubre del 1970.
Una semana antes de su desaparición física fui al Hospital Carrión del Callao a visitarlo y despedirme de él porque un día después estaba partiendo a Europa, más precisamente a París. Han pasado mas de 40 años de ese medio día cuando nos dimos un fuerte abrazo por última vez. Estaba muy enfermo, víctima de varios males, la intoxicación que le había ocasionado el plomo en la sangre, por el uso y manipulación de las pinturas.
( Causa de muerte : Cáncer de pulmón - nota del editor).
Estaba muy demacrado y hablaba en voz baja. Su poblada barba de otros tiempos semejaba un bosque depredado. Su altiva mirada se estaba apagando. "Te veré cuando retorne y nos iremos a hacer lo que tanto te gusta, pescar en el Itaya",le dije. Él asintió con la cabeza.
Cuarenta años después de ese día inolvidable y triste, repaso en mi memoria los acontecimientos, los hechos, los momentos que nos tocó compartir entre ambos o con la presencia de otros artistas, entre ellos el poeta Javier Dávila Durand, quizás uno de los más entrañables amigos de Calvo de Araujo. Porque fue precisamente Dávila Durand quien en un gesto generoso y solidario logró convencer al pintor ya enfermo, para ser trasladado desde su refugio en el río Utiquinia, en el Ucayali, primero a Pucallpa luego a Lima en compañía de su hijo Igor para intentar salvarlo de los males que le corroían la vida.
Paisaje de Calvo de Araujo
Recordaba entonces la primera vez que vi a Calvo de Araujo allá por los cincuentas en Iquitos. Yo era un adolecente abrumado por la curiosidad y el asombro por descubrir la realidad y el conocer a los personajes del arte cuando las radios anunciaron que el Gran pintor de la Selva estaba en Iquitos. Por coincidencia del destino una mañana que vagabundeaba por el antiguo jirón Lima escuché que la gente cuchicheaba apuntando a una pareja que jironeaba en la entonces pequeña Iquitos, diciendo: "Ese es el famoso pintor Calvo de Araujo". Lo recuerdo vivamente: un hombre ni alto ni bajo, vestido con un liqui o guayabera caribeña acompañado de una hermosa mujer que sonreía con donosura y coquetería cada vez que él le dirigía la palabra.
Los perseguí a lo largo de varias cuadras, casi hasta la altura del mercado de Belén, sin atreverme nunca a abordarlos porque mi natural timidez me paralizaba para tomar esa decisión. Ya en los años sesentas cuando el Grupo Cultural "Bubinzana" florecía en iquitos y algunas otras ciudades de la Amazonía, lo volví a encontrar y le contaba la anécdota, él me decía: "Lo que te perdiste por tímido: te hubiera presentado a la mujer mas linda del mundo", se refería a Maria Eugenia Rojas Correa, a quien le había pintado un famoso retrato. Maria Eugenia era hija del general Gustavo Rojas Pinilla, presidente de Colombia.
Calvo de Araujo y el famoso retrato de la bella Maria Eugenia.
La vida de Calvo de Araujo, una existencia que después fue como reeditada pero corregida y aumentada por su famoso hijo, el poeta César Calvo Soriano, fue realmente novelesca, aventurera, llena de luces y de sombras. Una existencia que como una nave surcó aguas torrentosas, pongos, remolinos y muyunas y luego se desplazó por aguas apacibles y tranquilas. El periplo vital de Calvo de Araujo empezó en Yurimaguas, luego Iquitos, siguió en Lima y luego convertido en un pintor de éxito continuó por períodos nunca largos por Brasil, Estados Unidos, Colombia y algunos otros países.Nunca estuvo en Europa.
Los biógrafos y la crítica establecen tres épocas clave en el derrotero artístico y vital de Calvo de Araujo. La primera etapa se inicia en el año 1940 y corresponde a su periodo formativo en Lima, donde asiste muy poco tiempo a clases de pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes.Aunque en realidad sus primeras clases de pintura las recibió del pintor Tito Pinedo Lazo en Iquitos.
La segunda etapa son los años cincuentas, sin duda los años en los que el artista cosecha sus mejores y mas resonantes triunfos artísticos y éxitos personales. Su pintura en este período, tanto sus paisajes y sus retratos, alcanza sus mejores logros formales y estéticos. Es en la década del cincuenta en que realiza sus mas importantes exposiciones en Belém do Para y Rio de Janeiro Brasil(1942 - 1943); en Estados Unidos (1949), en Lima en el Aeroclub y la Galería Vargas(1964); y en Colombia.
Calvo de Araujo - Hombre en canoa
De acuerdo a la crítica, la tercera etapa y final de la carrera pictórica y la vida de Calvo de Araujo va de 1957 al 1970. En el año 1965 el pintor decide instalarse definitivamente en la Amazonía, entre Iquitos, Pucallpa y el río Utiquinia, un afluyente del Ucayali. Fue precisamente en Utiquinía donde construye su refugio al que bautiza como "Shapshico"(demomio), en protesta porque todos o casi "la mayoría de los pueblos de la Amazonía tiene n nombres de santos o santas". En Utiquinía instala su novela PAICHE, la historia de una granja socialista que recrea sus ideas de justicia en el personaje Sojo Arimuya. La novela fue publicada en Arequipa en 1963, ciudad donde también vivió una temporada.
Fue en los años sesentas en Iquitos cuando tengo la oportunidad de conocer a fondo la vida y la obra de Calvo de Araujo. Han pasado ya los días de gloria y el pintor, para sobrevivir pinta cada día pequeños paisajes que le acompaño a vender a sus amigos empresarios que todavía sobreviven en sus alicaídas tiendas del jirón Próspero. Estamos ya en vísperas de la promulgación de la ley 15600 de 1965 y del ciclo del narcotráfico y del boom petrolero de los setentas cuyas luces efímeras de prosperidad el pintor ya no podrá ver.
Calvo de Araujo - Descubrimiento del Río Amazonas por Francisco de Orellana
César Calvo de Araujo sin duda fue el mejor pintor figurativo que produjo la Amazonía Peruana en esos años. El vigor de sus trazos, el uso de la paleta y su rico cromatismo, su extraordinaria habilidad para el dibujo y el retrato y su enciclopédico conocimiento de la naturaleza amazónica y de sus habitantes, indígenas y mestizos, hizo posible que transitara del selvismo, es decir del paisajismo simple, del realismo y retratismo sin mayores logros estéticos de los pintores de generaciones anteriores e incluso de su propia generación, a esos vigorosos y vivos paisajes humanos como en su obra Grupo de Indios Iquitos (1953), quizás su cuadro mas conocido.
Calvo de Araujo - Grupo de Indios Iquitos (1953)
Pese a que alcanzó a conocer las expresiones y manifestaciones de las nuevas corrientes de la pintura moderna, el exp´resionismo, el surrealismo y el abstraccionismo, permaneció fiel a su temática y a su estilo. La crític a limeña, deslumbrada por las nuevas corrientes y con la mentalidad colonial y perricholista, le empezó a ningunear por esta adhesión inconmovible a la temática amazónica cuando antes le había llenado de elogios y ditirambos. Con ese tono sarcástico que solía usar cuando criticaba el snobismo, la vulgaridad y la mediocridad, Calvo de Araujo solía decir : "De todos los ismos, el que mas me preocupa es el paludismo".
Por su vida y por su obra, y por su invulnerable pasión y compromiso por lo amazónico, Calvo de Araujo será siempre EL PINTOR DE LA SELVA.
Roger Rumrrill
----------------------------------------------------------------------
Edita Dr Guillermo Calvo Soriano de Lima - Perú
Mi agradecimiento especial a mi hermano Walter Boria Rubio quien gentilmente me obsequió un ejemplar de la revista Kanatari 1400.